22 octubre 2008

EL TOMATE EN LA SALUD

El tomate es originario de la zona andina de América del Sur (Perú, Bolivia y Ecuador), pero su domesticación fue en el sur de México y norte de Guatemala, donde existe el mayor potencial genético de dicha planta en la actualidad. En la República Dominicana el cultivo de tomate con propósito industrial se inicio en 1949, cuando José Barceló introdujo, desde Europa, la primera variedad de tomate industrial, Nápoli, popularmente conocida como “tomate Barceló”.

Composición del tomate industrial y su valor nutricional

El tomate industrial contiene entre 7 y 8.5% de sólidos totales, de los cuales, un 1% está en la piel y semillas del fruto, mientras que el jugo del tomate contiene alrededor de 4.1% de sólidos insolubles en agua, constituidos principalmente por partículas minerales en proporción de 0.8 a 1.2%, así como sal o cloruro de sodio, en proporción de 0.05 – 0.1%. También posee sólidos solubles en agua, en proporción de 3.8 a 5% y lo constituyen, principalmente, azúcar invertida o hidrolizada en el orden de 2 a 3%, acido orgánico (acido cítrico) en el orden 0.3 a 0.5% y proteínas solubles, en el orden de 0.8 a 1.2%.

Por lo visto anteriormente, se puede concluir que el tomate tiene poco valor energético; dos unidades medianas aportan tan solo unas 22 calorías y nótese que el 95% de su peso es agua y cerca del 4% son carbohidratos. Es fuente importante de potasio y magnesio. De su contenido en vitaminas, se destacan la B1, B2, B5, vitamina C y carotenoides, que aportan gran valor antioxidante.

Aportes del tomate a la salud

El tomate tiene la particularidad exquisita de que al consumirlo crudo, frito, cocido, en salsa o en zumo, es un alimento nutritivo, y refrescante que, por su sabor y bajo precio, forma parte de la dieta de la mayoría de los dominicanos. El beneficio de esta hortaliza en la salud es sumamente positiva y esta afirmación es el resultado de amplias investigaciones realizadas a nivel mundial. Y es que hasta la fecha, ningún medicamento ha conseguido tener tantas propiedades terapéuticas como ha revelado poseer el tomate, puesto que por sí solo previene el cáncer y el infarto, además de combatir muchas otras enfermedades.

Diversos científicos han proclamado que el tomate puede prevenir hasta nueve tipos de cáncer, reducir el colesterol, combatir infecciones, fortalecer el sistema inmune, eliminar el acido úrico, aplacar el dolor artrítico y reducir el riesgo de infarto. Un estudio de la Universidad de Carolina del Norte, en Estados Unidos, encontró que las personas que consumían tomate con regularidad tenían la mitad de riesgo de sufrir un infarto que aquellos que no lo hacían. El estudio comparo a 1,300 americanos y europeos que habían sufrido un infarto, con el mismo número de sujetos que nunca lo habían padecido.

La sustancia que posee el tomate y que es responsable del resultado, según los estudios, es el licopeno, un pigmento que le proporciona su característico color rojo al fruto y que también se encuentra en la sandia, zanahoria, pomelo, entre otras frutas y hortalizas. También se han evaluado sus efectos positivos en la prevención de la arteriosclerosis y del síndrome de degeneración macular, principal causa de ceguera en las personas mayores de 65 años.

Así, es recomendado a los hombres para prevenir el cáncer de próstata, mientras que a las mujeres para ayudar a prevenir el cáncer de mama. Y estas aseveraciones son avaladas por investigaciones científicas y congresos en los que se ha demostrado que esta propiedad, que se encuentra en el tomate, posee las capacidades antes señaladas.

Modo de consumo

Al momento de comprar tomates en el mercado es aconsejable elegirlos frescos, con piel lisa y suave al tacto, sin partes blandas ni manchas en la piel, ya que esto último nos indica que el producto esta deteriorado. Conviene comprarlo semi-maduro, porque el fruto sigue madurando durante el almacenamiento. Si se pretende consumirlo crudo hay que lavarlo con mucha agua y en casos especiales, agregarle al lavado algunas gotas de ciertas sustancias que eliminen cualquier organismo presente. Es preferible mantener los tomates refrigerados para conservarlos bien de 6 a 8 días. El tomate crudo no debe congelarse, ya que se pone blando, aunque si se pueden utilizar para cocidos, guisados y salsas.

El tomate es de consumo popular, debido en parte a su versatilidad y facilidad para combinarse bien con queso, huevos, carne y una amplia variedad de alimentos y de hierbas aromáticas. Por todas sus cualidades nutricionales, el tomate es uno de los alimentos más consumidos de nuestra gastronomía, siendo múltiples sus utilidades culinarias y podemos sugerir los siguientes aspectos importantes:

- Consumir el tomate crudo permite aprovechar todo su contenido de nutrientes.

- A la hora de comprarlos, debe rechazar aquellos tomates que muestran una piel alterada y una coloración extraña o estén demasiados blandos.

- Conservar en lugar fresco y protegido de la luz, evitando guardarlos durante n tiempo excesivo.

- Lavar bien la piel del tomate antes de su consumo.

- No se debe preparar el tomate crudo o en zumo con mucha anterioridad a su consumo, ya que pierden rápidamente sus propiedades nutricionales, sobre todo la vitamina C.

- Para consumirlos crudos, como ensaladas, evite pelarlos, ya que la piel o cascara e rica en vitaminas, minerales y fibras.

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