Un señor fue llevado a la emergencia de un hospital debido a dificultad para respirar, sudoración, temblores, taquicardia; acompañados de una fuerte angustia y miedo a morir y perder el control de sí. Era el tercer ataque en esa semana; el problema empeoraba en los últimos meses, ya no solo eran los ataques, sino el miedo a que le repitieran. Posteriormente, la ansiedad, depresión y la falta de sueño le impedían trabajar. Se hizo un electrocardiograma y evaluaciones médicas y no había nada que justificara el ataque. Finalmente siguió los consejos de un amigo, y acudió a un psiquiatra.
El caso no era más que lo que llamamos hoy en día ataque de pánico o de angustia, anteriormente Neurosis de ansiedad. Está clasificado en psiquiatría dentro de los trastornos de ansiedad, a los que también pertenecen los fóbicos, los obsesivos-compulsivos, el estrés post traumático, la ansiedad generalizada y el estrés agudo.
La ansiedad es un presentimiento de que algo desagradable o peligroso va a ocurrir, que puede ser a una reacción normal a estrés o una fuerte emoción, pero en algunas personas se hace incontrolable y es ahí donde se convierte en un trastorno de ansiedad. Este trastorno es frecuentemente, visto tanto en la consulta psiquiátrica, como en la de medicina general.
El ataque de pánico inicia bruscamente, con una sensación de angustia que generalmente alcanza un máximo de diez minutos, y que de acuerdo al paciente, puede tener cuatro o más de los siguientes síntomas:
- Respiración dificultosa, sofocación o sensación de ahogo.
- Mareos, temblor y sudoración.
- Sensación de peligro inminente y querer salir huyendo.
- Taquicardia (aceleración del ritmo cardiaco).
- Nauseas y malestar en general.
- Sensación de hormigueo o adormecimiento.
- Dolor o malestar en el pecho.
- Temor a morirse o que le dé un ataque cardiaco.
- Temor a perder la razón o el control.
- Desrealización (sensación de irrealidad) o despersonalización (estar separado de uno mismo).
La causa de la crisis puede estar asociada a muchos eventos estresantes, como por ejemplo, una noticia desagradable, situaciones donde la persona esta predispuesta (como hablar en público), manejar, estar en lugares abiertos o en lugares cerrados, viajar en avión, algunos animales, ascensores, situaciones de violencia, fenómenos naturales, etc. Otras veces puede estar asociado a drogas, alcohol y después de la administración de algunos medicamentos. Pero habitualmente se presenta sin causa aparente.
Si el trastorno progresa y no se maneja a tiempo las personas pueden presentar Agorafobia, que no es más que la ansiedad de encontrarse en situaciones que no pueda disponer de ayuda en caso de que se presente otra crisis. Esa condición lo aísla y lo deprime, sintiéndose inseguro a salir solo, lo que lógicamente termina interfiriéndole en su vida diaria.
Algunas personas creen que es su culpa estar enfermas, porque consideran que es una señal de debilidad padecer de crisis de pánico. Por lo contrario, muchas veces es frecuente verlo en personas autosuficientes, con buena autoestima, pero sometidas a mucho estrés y poco desahogo.
También se sabe que hay causas biológicas y genéticas que producen bajos niveles de transmisores químicos en el cerebro, que hacen que las personas sean más propensas a padecer pánico, por eso los medicamentos, que sirven para la depresión y la ansiedad logran una estabilidad en la persona, conjuntamente con terapia psicológica.
¿Qué se recomienda?
- Evitar fumar, usar droga, alcohol, bebidas energizastes, y café. Esto puede causar ansiedad y empeorar los síntomas.
- Los ejercicios de relajación y actividad física pueden ayudar a sentirse menos cansado y dormir mejor.
- La compresión es la clave del éxito. El hablar con un terapeuta puede darle ayuda valiosa para aprender a manejar la crisis y entender la raíz de su ansiedad.
- Al tomar medicamentos no se lleve del tabú de que las pastillas lo van a volver adicto.
- Por último, tenga paciencia, los factores que causan su ataque de pánico son complejos y no mejoran de la noche a la mañana, pero pueden ser tratados y curados.
El caso no era más que lo que llamamos hoy en día ataque de pánico o de angustia, anteriormente Neurosis de ansiedad. Está clasificado en psiquiatría dentro de los trastornos de ansiedad, a los que también pertenecen los fóbicos, los obsesivos-compulsivos, el estrés post traumático, la ansiedad generalizada y el estrés agudo.
La ansiedad es un presentimiento de que algo desagradable o peligroso va a ocurrir, que puede ser a una reacción normal a estrés o una fuerte emoción, pero en algunas personas se hace incontrolable y es ahí donde se convierte en un trastorno de ansiedad. Este trastorno es frecuentemente, visto tanto en la consulta psiquiátrica, como en la de medicina general.
El ataque de pánico inicia bruscamente, con una sensación de angustia que generalmente alcanza un máximo de diez minutos, y que de acuerdo al paciente, puede tener cuatro o más de los siguientes síntomas:
- Respiración dificultosa, sofocación o sensación de ahogo.
- Mareos, temblor y sudoración.
- Sensación de peligro inminente y querer salir huyendo.
- Taquicardia (aceleración del ritmo cardiaco).
- Nauseas y malestar en general.
- Sensación de hormigueo o adormecimiento.
- Dolor o malestar en el pecho.
- Temor a morirse o que le dé un ataque cardiaco.
- Temor a perder la razón o el control.
- Desrealización (sensación de irrealidad) o despersonalización (estar separado de uno mismo).
La causa de la crisis puede estar asociada a muchos eventos estresantes, como por ejemplo, una noticia desagradable, situaciones donde la persona esta predispuesta (como hablar en público), manejar, estar en lugares abiertos o en lugares cerrados, viajar en avión, algunos animales, ascensores, situaciones de violencia, fenómenos naturales, etc. Otras veces puede estar asociado a drogas, alcohol y después de la administración de algunos medicamentos. Pero habitualmente se presenta sin causa aparente.
Si el trastorno progresa y no se maneja a tiempo las personas pueden presentar Agorafobia, que no es más que la ansiedad de encontrarse en situaciones que no pueda disponer de ayuda en caso de que se presente otra crisis. Esa condición lo aísla y lo deprime, sintiéndose inseguro a salir solo, lo que lógicamente termina interfiriéndole en su vida diaria.
Algunas personas creen que es su culpa estar enfermas, porque consideran que es una señal de debilidad padecer de crisis de pánico. Por lo contrario, muchas veces es frecuente verlo en personas autosuficientes, con buena autoestima, pero sometidas a mucho estrés y poco desahogo.
También se sabe que hay causas biológicas y genéticas que producen bajos niveles de transmisores químicos en el cerebro, que hacen que las personas sean más propensas a padecer pánico, por eso los medicamentos, que sirven para la depresión y la ansiedad logran una estabilidad en la persona, conjuntamente con terapia psicológica.
¿Qué se recomienda?
- Evitar fumar, usar droga, alcohol, bebidas energizastes, y café. Esto puede causar ansiedad y empeorar los síntomas.
- Los ejercicios de relajación y actividad física pueden ayudar a sentirse menos cansado y dormir mejor.
- La compresión es la clave del éxito. El hablar con un terapeuta puede darle ayuda valiosa para aprender a manejar la crisis y entender la raíz de su ansiedad.
- Al tomar medicamentos no se lleve del tabú de que las pastillas lo van a volver adicto.
- Por último, tenga paciencia, los factores que causan su ataque de pánico son complejos y no mejoran de la noche a la mañana, pero pueden ser tratados y curados.
1 comentários:
soy una señora de 48 años y desde que tuve a mi segundo hijo hace 28 años sufro de ataques de panico. Anoche tuve uno y fue horrible porque pense que tenia un derrame porque cuando tengo la menstruacion hay meses que me viene mucha sangre, y no me podia mover estaba paralizada y mi esposo y mi hijo me ayudaban a relajarme y no podian. Parecia una loca, no coordinaba palabras, movimientos, me dio tanta pena con ellos. Ya no puedo ni salir porque me da mucho miedo. A mi no me puede dar ningun dolor en ninguna parte del cuerpo porque siempre estoy pensando en que me voy a morir. Siempre tengo puros pensamientos negativos de enfermedades hacia mi, no disfruto en ninguna parte, siempre tengo pensamientos negativos. No se ni porque estoy escribiendo esto. He ido a muchos siquiatras y nada. Tomo Rivotril de 0,5 mg y eso me calma pero me pone depresiva como estoy ahora.
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