En el mundo moderno, dientes blancos, bien contorneados y alineados establecen un patrón de belleza; es por esta razón que las personas sienten gran interés por lucir una mejor estética, mostrando dientes mas blancos, de tal manera que ayude su imagen y autoestima, como el aclara miento de las superficies dentarias. Pero, ¿Conocen estar personas la realidad que se oculta tras el tratamiento del blanqueamiento dental?
En primer lugar se debe informar a la persona que se someterá al blanqueamiento dental que este no será para toda la vida, tiene recidiva; es decir, que con el tiempo el diente tiene tendencia a volver a su color original, por lo que abría que realizarlo repetidamente.
Los procedimientos para blanquear usualmente aclaran la estructura de los dientes considerando sus características naturales, por lo que no se van a ver “blancos” como tal, situación q ue daría un aspecto poco natural y hasta cierto punto artificial; lo que se logra mediante el procedimiento es una notable disminución del tono del esmalte dental, mejorando su apariencia física y haciéndolos lucir mas atractivos.
En cuanto a la duración del efecto blanqueador, este va a depender, en gran parte, del tipo de alimentación que siga el individuo tras el tratamiento. En los primeros días, después de haber hecho el blanqueamiento, hay que segur una “dieta blanca”, que consiste en tomar alimentos sin colorante, como leche, yogures naturales, arroz, pasta y pescados y se recomienda evitar radicalmente durante un mes el consumo de cualquier producto o alimento que cause tinción, como el café, bebidas de cola, remolacha, chocolate, tomate, zanahoria, vino tinto, así como alimentos ácidos (piña, kiwi, cítricos). De igual manera, se estima que una persona fumadora, que bebe vino y toma café regularmente, reducirá el efecto del blanqueamiento.
Cabe mencionar la sensibilidad post operatoria que frecuentemente muestran las personas después del blanqueamiento dental, situación que se presenta debido a que los productos que se utilizan para este procedimiento pasan profundamente a los tejidos dentales y los irritan temporalmente.
Otro mito que debemos esclarecer es el uso de las lámparas, ya que quien se somete al blanqueamiento tiene la idea de que esta es la que produce el aclaramiento de los diente, cuando la realidad es que simplemente ayudan a acelerar los agente químicos que se emplean en la realización del procedimiento.
En conclusión, el blanqueamiento dental es un tratamiento que a pesar de ser conservador y generalmente dar resultados satisfactorios, presenta una serie de riesgos dentro de los cuales los más comunes son la sensibilidad dentaria post operatoria y la longevidad de los resultados. Estos factores deben ser considerados al momento de realizar el blanqueamiento, de manera que se le informe y prevenga a las personas de los síntomas que se pueden presentar, sobre todo en la fase inicial del tratamiento.
En primer lugar se debe informar a la persona que se someterá al blanqueamiento dental que este no será para toda la vida, tiene recidiva; es decir, que con el tiempo el diente tiene tendencia a volver a su color original, por lo que abría que realizarlo repetidamente.
Los procedimientos para blanquear usualmente aclaran la estructura de los dientes considerando sus características naturales, por lo que no se van a ver “blancos” como tal, situación q ue daría un aspecto poco natural y hasta cierto punto artificial; lo que se logra mediante el procedimiento es una notable disminución del tono del esmalte dental, mejorando su apariencia física y haciéndolos lucir mas atractivos.
En cuanto a la duración del efecto blanqueador, este va a depender, en gran parte, del tipo de alimentación que siga el individuo tras el tratamiento. En los primeros días, después de haber hecho el blanqueamiento, hay que segur una “dieta blanca”, que consiste en tomar alimentos sin colorante, como leche, yogures naturales, arroz, pasta y pescados y se recomienda evitar radicalmente durante un mes el consumo de cualquier producto o alimento que cause tinción, como el café, bebidas de cola, remolacha, chocolate, tomate, zanahoria, vino tinto, así como alimentos ácidos (piña, kiwi, cítricos). De igual manera, se estima que una persona fumadora, que bebe vino y toma café regularmente, reducirá el efecto del blanqueamiento.
Cabe mencionar la sensibilidad post operatoria que frecuentemente muestran las personas después del blanqueamiento dental, situación que se presenta debido a que los productos que se utilizan para este procedimiento pasan profundamente a los tejidos dentales y los irritan temporalmente.
Otro mito que debemos esclarecer es el uso de las lámparas, ya que quien se somete al blanqueamiento tiene la idea de que esta es la que produce el aclaramiento de los diente, cuando la realidad es que simplemente ayudan a acelerar los agente químicos que se emplean en la realización del procedimiento.
En conclusión, el blanqueamiento dental es un tratamiento que a pesar de ser conservador y generalmente dar resultados satisfactorios, presenta una serie de riesgos dentro de los cuales los más comunes son la sensibilidad dentaria post operatoria y la longevidad de los resultados. Estos factores deben ser considerados al momento de realizar el blanqueamiento, de manera que se le informe y prevenga a las personas de los síntomas que se pueden presentar, sobre todo en la fase inicial del tratamiento.
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