La personas que sufren de pérdida total o parcial de la vista por catarata o presbicia ya tienen una alternativa al uso de espejuelos, gracias a la moderna tecnología de lentes intraoculares (LIO), exitosamente aplicada en nuestro país desde hace mas de tres años, al igual que en Estados Unidos y Europa. Se trata del más importante avance tecnológico para tratar estas enfermedades.
Para entender la importancia de la corrección, es necesario conocer que provoca la deficiencia visual, en primer lugar hablaremos sobre la Catarata, y para ello explicamos que el cristalino es una especie de lente natural que tenemos detrás de la pupila, la cual goza de transparencia y flexibilidad durante la juventud. Generalmente por razones de edad, o bien a consecuencia de un traumatismo, inflamación ocular crónica, diabetes o pro razones congénitas, esta lentilla se oscurece en todo o en parte. Los oftalmólogos dicen que este lente natural sufre una opacificación, que puede ser total o parcial, lo que impide que se pueda enfocar la luz de forma correcta en el interior de nuestros ojos. Esta condición recibe el nombre de Catarata.
Cuando la opacificación es parcial, el paciente comienza a perder nitidez de visión, los colores pierden brillo y la visión nocturna se ve seriamente afectada. La opacificación total equivale a la ceguera. En uno y otro caso, tanto para mejorar la calidad de la vista como para recuperar la visión, los espejuelos no ayudan, por lo que es preciso realizar una intervención, es decir, una cirugía ocular. Desafortunadamente no hay tratamientos preventivos para esta condición. La ciencia médica sol ofrece una solución, que es sustituir el cristalino opacificado por un lente intraocular nuevo.
En este tipo de intervención ha sido habitual implantar lentes monofocales, que permiten una buena visión a larga distancia, pero el paciente por lo general se ve forzado a seguir utilizando espejuelos para ver de cerca y a media distancia. Para dar una respuesta integral a esta fastidiosa situación existe el moderno lente intraocular multifocal. Para ello es necesario un lente hecho de un material biocompatible llamado acrílico.
Existen más de 25 millones de personas implantadas con lentes intraoculares hechos de este material a nivel mundial, lo cual habla de su seguridad y buena calidad. Además, viene con un filtro para los rayos ultravioleta y un filtro amarillo que bloquea la fracción azul de la luz solar que pueden producir daño a nivel de la macula. Estos filtros no afectan en nada la calidad visual, ni la percepción de los colores de la persona y en cambio le protege de los efectos dañinos que ciertos elementos de la luz pueden producir en el ojo. En los casos de catarata el lente intraocular sustituye el cristalino dañado y al mismo tiempo permite al paciente una visión completa en todos los rangos de distancia: larga, meda y corta. La colocación del lente intraocular devuelve a quienes sufren de catarata la nitidez de enfoque, la gama de colores en todos sus matices y la libertad de, por ejemplo, conducir de día y de noche. Todo ello sin necesidad, salvo en muy contados y excepcionales casos, de volver a usar espejuelos.
El lente intraocular permite tratar no solo la Catarata, sino también la Presbicia. Los estudios indican que el 90% de los pacientes no vuelve a utilizar lentes en ninguna de sus actividades, incluyendo la lectura de un libro, mirar la hora del reloj, el celular, la práctica de deportes, etc.
La corrección mediante el lente intraocular es una maravilla de la ciencia moderna. Este sistema es de un diseño avanzadísimo, característico de la más alta tecnología contemporánea. Es de obligatoriedad una lentilla intraocular refractiva en la periferia, difractiva y apodizada en centro, y fabricada en material acrílico, por perfecta asimilación en el organismo, por lo que no causa rechazo ni requiere periodos de convalecencia post-operatoria.
Debido a la ciencia, posibilitadora de las cirugías correctivas, así como el perfeccionamiento de los lentes intraoculares podemos garantizar que la utilización de espejuelos es cosa del pasado.
Para entender la importancia de la corrección, es necesario conocer que provoca la deficiencia visual, en primer lugar hablaremos sobre la Catarata, y para ello explicamos que el cristalino es una especie de lente natural que tenemos detrás de la pupila, la cual goza de transparencia y flexibilidad durante la juventud. Generalmente por razones de edad, o bien a consecuencia de un traumatismo, inflamación ocular crónica, diabetes o pro razones congénitas, esta lentilla se oscurece en todo o en parte. Los oftalmólogos dicen que este lente natural sufre una opacificación, que puede ser total o parcial, lo que impide que se pueda enfocar la luz de forma correcta en el interior de nuestros ojos. Esta condición recibe el nombre de Catarata.
Cuando la opacificación es parcial, el paciente comienza a perder nitidez de visión, los colores pierden brillo y la visión nocturna se ve seriamente afectada. La opacificación total equivale a la ceguera. En uno y otro caso, tanto para mejorar la calidad de la vista como para recuperar la visión, los espejuelos no ayudan, por lo que es preciso realizar una intervención, es decir, una cirugía ocular. Desafortunadamente no hay tratamientos preventivos para esta condición. La ciencia médica sol ofrece una solución, que es sustituir el cristalino opacificado por un lente intraocular nuevo.
En este tipo de intervención ha sido habitual implantar lentes monofocales, que permiten una buena visión a larga distancia, pero el paciente por lo general se ve forzado a seguir utilizando espejuelos para ver de cerca y a media distancia. Para dar una respuesta integral a esta fastidiosa situación existe el moderno lente intraocular multifocal. Para ello es necesario un lente hecho de un material biocompatible llamado acrílico.
Existen más de 25 millones de personas implantadas con lentes intraoculares hechos de este material a nivel mundial, lo cual habla de su seguridad y buena calidad. Además, viene con un filtro para los rayos ultravioleta y un filtro amarillo que bloquea la fracción azul de la luz solar que pueden producir daño a nivel de la macula. Estos filtros no afectan en nada la calidad visual, ni la percepción de los colores de la persona y en cambio le protege de los efectos dañinos que ciertos elementos de la luz pueden producir en el ojo. En los casos de catarata el lente intraocular sustituye el cristalino dañado y al mismo tiempo permite al paciente una visión completa en todos los rangos de distancia: larga, meda y corta. La colocación del lente intraocular devuelve a quienes sufren de catarata la nitidez de enfoque, la gama de colores en todos sus matices y la libertad de, por ejemplo, conducir de día y de noche. Todo ello sin necesidad, salvo en muy contados y excepcionales casos, de volver a usar espejuelos.
El lente intraocular permite tratar no solo la Catarata, sino también la Presbicia. Los estudios indican que el 90% de los pacientes no vuelve a utilizar lentes en ninguna de sus actividades, incluyendo la lectura de un libro, mirar la hora del reloj, el celular, la práctica de deportes, etc.
La corrección mediante el lente intraocular es una maravilla de la ciencia moderna. Este sistema es de un diseño avanzadísimo, característico de la más alta tecnología contemporánea. Es de obligatoriedad una lentilla intraocular refractiva en la periferia, difractiva y apodizada en centro, y fabricada en material acrílico, por perfecta asimilación en el organismo, por lo que no causa rechazo ni requiere periodos de convalecencia post-operatoria.
Debido a la ciencia, posibilitadora de las cirugías correctivas, así como el perfeccionamiento de los lentes intraoculares podemos garantizar que la utilización de espejuelos es cosa del pasado.
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