29 mayo 2007

EL AGUA: FUENTE DE VIDA


El agua constituye uno de los elementos imprescindibles para la vida. La mayor parte de los organismos del planeta poseen en su estructura agua en mayor o menos equilibrio. Asimismo la mayoría de los procesos químicos que se llevan a cabo en los organismos necesitan de este componente.

El agua es también un elemento imprescindible para el organismo humano. La importancia del agua radica en que nuestro organismo está formado principalmente por agua, alcanzando una proporción de 60%. Sin el agua, el organismo humano se deteriora rápidamente, en un proceso llamado deshidratación que conduce, si no se ingiere este líquido, a la muerte. Hay registros de que el hombre ha aguantado hasta 90 días sin ingerir alimentos, pero sin beber este preciado liquido no ha podido resistir más de 5 días, siendo el limite máximo para un organismo humano medio entre 3 y 4 días. Además de formar parte de todos los tejidos, el agua es también necesaria principalmente:

- para realizar la digestión y la eliminación de los desechos del cuerpo: El agua permite digerir los alimentos, Los alimentos también necesitan de ella para poder moverse dentro del tubo digestivo. El agua, junto con la fibra, ayuda a realizar los movimientos peristálticos (contracciones del músculo intestinal) que terminarán con la expulsión de las heces en la defecación. Es necesario beber agua y tomar fibra adecuada para evitar la aparición de retrasos fecales que podrían favorecer enfermedades como: estreñimiento, diverticulitis, inflamación del colon.

- Para la expulsión de los residuos metabólicos a través de la orina: El metabolismo corporal produce substancias toxicas que deben expulsarse del organismo para evitar su propio envenenamiento. Todos los mamíferos, incluido el hombre, arroja urea como resultado del metabolismo de las proteínas. Los humanos expulsamos un promedio de 30 gr. diarios de urea diluidos en agua a través de lo que se conoce como orina. Es necesario beber mucha agua para ayudar los riñones a expulsar los productos de deshecho, entre ellos, calcio, cuya acumulación en este órgano puede provocar la aparición de cálculos renales piedras en los riñones.

- Para regular la temperatura corporal: El organismo pierde agua a través de los poros. Está perdida se realiza constantemente a través de lo que llamamos transpiración. Normalmente perdemos, aunque no nos demos cuenta, entre medio litro y tres cuartos de litro diarios. La cantidad es mucho mayor cuando hace calos o cuando realizamos un esfuerzo. Esta agua, al evaporarse, arrastra el calor, y disminuye la temperatura corporal. En los deportistas se registran perdidas de hasta dos o tres litros en periodos inferiores a dos horas.

Una perdida de agua importante también se pierde a través de la respiración. Normalmente se produce una perdida diaria de unos 33 centilitros, pero esa es mayor cuando hay un esfuerzo que conduce a un aumento de la respiración.

Es necesario beber mas agua en los días de mucho calor o cuando aumentamos la actividad por compensar la perdida que se ha producido a través de la piel o de la respiración.

- Para la distribución del oxigeno y del os nutrientes de las células: Esta distribución se realiza mediante la corriente sanguínea. Teniendo en cuenta que la sangre posee un 90 % de agua, podemos valorar su importancia como distribuidora del oxigeno y de los nutrientes celulares.

- Como lubricante: El agua reduce la fricción entre partes que rozan. Los ojos necesitan del agua para permanecer constantemente húmenos. Las glándulas lacrimales producen constantemente el líquido necesario para esta finalidad. De igual manera, el agua constituye un lubricante ideal para el movimiento de las articulaciones. La lengua está constantemente húmeda, las mucosas necesitan de agua, etc.

- Para el correcto estado de las células: La células urgen del agua para tener una estructura determinada. De esta manera podemos decir que este elemento configura la forma de los órganos. Necesitamos una hidratación adecuada para mantener el organismo perfectamente equilibrado. Sin embargo, a medida que nos vamos haciendo mayores, se produce una pérdida de agua consecuencia de una menos capacidad del organismo para retener este líquido y una menor sensación de sed. La piel es uno de los órganos que demuestra mejor esta falta de hidratación. Esto es lo que conlleva a la aparición de arrugas o flaccidez o al envejecimiento de la piel. Es necesario ser concientes de este hecho para comprender la obligación de beber agua en abundancia y mantener nuestro organismo en buen estado y nuestra piel joven.

Principales fuentes de agua

El agua, los refrescos, los zumos, los tés: Las bebidas representan casi las dos terceras partes del agua que ingerimos diariamente. El agua pura o las bebidas que tienen como base el agua son las principales fuentes que aportan agua al organismo. Su contribución se centra en un 60% del total de agua ingerida a lo largo del día. En total vienen a aportar un litro y tres cuartos, mas o menos.

Algo más de un tercio restante se ingiere de los alimentos que conocemos. Entre todos ellos por orden de importancia tenemos:

Los vegetales y grutas, los cereales, la leche y los lácticos, las carnes y el pescado.

Además del agua que ingerimos directamente, de los líquidos que contienen agua o de los alimentos, hay que mencionar el agua que el propio organismo produce del metabolismo y que se cifra en un tercio de litro diario.

Cantidad de agua diaria recomendada

En general, se aconseja la ingestión directa de agua de 2 litros, como mínimo, cuando hace calor, y de litro y medio con temperaturas menores.

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